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Quizás la culpable sea Yo…

Quizás la culpable sea Yo…


Es difícil para mi decir una fecha exacta de cuando comenzó, solo puedo recordar breves momentos felices… A veces pienso que siempre he sido de esta forma «una histérica», «depresiva» «egoísta» que no le quiere ver feliz… No sé porque soy así, aunque en ocasiones dudo que lo sea, pero él me lo dice tantas veces que debe ser verdad… «Cuando el río suena, es porque agua trae», y toda esta agua que llevo debe de fastidiar.

Cuando él llega de trabajar a la casa, tiende a estar muy cansado. Si le hablo, en ocasiones no muestra ninguna señal de haberme oído, por lo que repito varias veces lo mismo, hasta el punto de que me canso. Me enojo, me enojo bastante, pero la indiferencia en su rostro me hace pensar y dudar de si realmente habré hablado… Debe ser difícil para él estar al lado de alguien que ni siquiera puede hablar lo suficientemente alto para que su esposo la escuche.

Con lo económico, siempre me estoy quejando de las deudas que toma, muchas de ellas a mi nombre, pero como él dice, «si le amara de verdad no seria tan tacaña», sé que él puede estar teniendo muchos gastos, aunque no se cuáles son, ya que siempre se molesta cuando le «fastidio» preguntándole sobre el asunto.

En ocasiones deseo salir, o retomar mis estudios y me recuerda que tengo la responsabilidad de los chicos, eso me entristece, en especial porque se indigna de que sea tan «mala madre»… Sé que debería sacrificarme aún más.

El maltrato no es amor y nadie se merece ser violentado.

Durante las noches le he escuchado hablar por teléfono con mujeres, y he visto conversaciones extrañas, con fotos de otras chicas, me hacen pensar en cosas que no son. Él me ha dicho que es sólo mi imaginación, y que estoy «loca». Me doy cuenta que hasta mis sentidos me fallan, imagino cosas que no son reales, y le culpo sin razones.

Por último, con el sexo casi nunca estoy dispuesta, en un principio entendía que era porque estaba molesta con él, luego comprendí que eso no tenia importancia y que era mejor entregarme aunque no lo quisiera, así le veía un poco feliz, aunque fuera por un instante…

Y es por todo ello que he pensado que quizás sea mi culpa que me pegue… Si tan solo fuera como él se merece. Tiene que estar muy cansado de mi, quizás tanto como lo estoy yo misma.

Si te reconoces en estas palabras, podrías estar o haber estado en una relación de maltrato y/o abuso. Nada justifica la violencia ni nadie se merece ser maltratado. Recuperarse de las secuelas del abuso requiere tiempo y es un trabajo arduo. No tienes porque hacerlo sola.

Nota: Esta es una historia ficticia que pretende representar la realidad que enfrentan muchas mujeres en nuestro país. Quizás le pueda interesar leer: «El ciclo de la violencia» o «La amiga que me robó la felicidad».

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